17 agosto 2010

Nox*

Publicado en el 2009

 

Lilly estaba frente al espejo arreglándose antes de salir de su casa. Ella es ese tipo de chicas que siempre se toman su tiempo para escudriñar su cara antes de dar el visto bueno: una sonrisa, señal de afirmación al cerciorarse de que el reflejo, el cual se la devolvía, poseía una perfección casi divina. Sus ojos marrones miraban con ternura el lazo rosa sobre su cabello castaño y rizado. Tomó sus cosas, se dio una última mirada al espejo para arreglar su cabello y salió de su casa.

Había quedado con unos amigos en la plaza central. Fue la primera en llegar, así que se sentó en un banquito cerca de la fuente para usar su celular mientras esperaba: no le molestaba esperar siempre que estuviese cómoda. Dejó el celular un momento para enfocarse en la plaza, en los padres, las madres, niños, viejos, las mujeres en mini falda, los hombres que miraban con ansias a las mujeres en mini falda, un hombre cerca de la fuente vendiendo clásicos literarios en oferta de dos por tanto, una pareja en un banco cercano peleando con sus lenguas y sus manos…

- ¡Hola preciosa! –Alejandro se sentó a su lado: acababa de llegar- Te ves linda hoy

Lilly se sorprendió ante su repentina aparición. Le sonrió ante el halago y sus ojos verdes buscaron entre la multitud de la plaza a los demás miembros de su séquito.

- ¿Tardarán mucho? –preguntó

- No lo sé, linda. Los llamé esta mañana para confirmar y solamente cuatro me respondieron.

Alejandro, con sus manos detrás del banquito, jugó con los rizos rojizos de Lilly mientras ella veía una fila de hombres y niños que esperaban su turno para comprar bebidas y dulces.

- ¡No te preocupes, preciosa! Aparecerán pronto. Mientras tanto hablemos de los bella que te ves hoy.

Lilly se rió ante la galantería de Alejandro. Él le acariciaba el rubio pelo mientras veía cómo los ojos de ella se perdían en la plaza.

- ¿Sabes algo? Siempre he tenido la sensación de que eres irreal. Como esos sueños o recuerdos de los que no estás seguro si pasaron o solamente los imaginaste –le dijo Alejandro- Eres extraña en buena forma. Como un deja vu, como una mujer hermosa a la que conocí alguna vez.

Lilly lo miró tiernamente con sus ojos negros: no sabía qué decir; él era el primero en decirle que era irreal pues todos sus amigos creían enteramente en su existencia.

- ¡No lo tomes a mal, linda! ¡A mí me gustas! Eres ese tipo de chicas lo suficientemente inteligentes como para evitar decir cosas innecesarias a menos que sea pertinente decirlas. Siempre me has gustado aunque, si me preguntas, no sabría decir qué es lo que me atrae de ti. Quizás porque eres… No lo sé. La mujer de mis sueños, quizás.

Lilly lo miraba fijamente. Miró sus manos con cierta timidez.

- ¿La mujer de tus sueños? ¿Eso qué quiere decir? –le preguntó desviando la mirada hacia las personas de la plaza algo preocupada.

Alejandro la miró un momento: esta vez era él quien no sabía qué decir. No la entendía muy bien pero, por alguna razón, sabía a qué se refería. Observó la entrada de la plaza esperando encontrar a los dos amigos que habían acordado en ir. Lilly lo miró fijamente y luego su mirada color azul pasó también a la entrada.

- No vendrá nadie.

Alejandro acarició su cabello negro en silencio sin esperar a nadie más. Sólo estaban ella y él.

. . .

Al día siguiente, Lilly se levantó de su cama y, luego de cepillarse concienzudamente, se paró frente al espejo. Su rito religioso siempre ha de ser el de escudriñar hasta el más pequeño detalle de su cuerpo día tras día. Se puso un sombrero rosa sobre su cabello negro. El espejo es caprichoso, o quizás lo sea ella: nunca refleja lo mismo, pero Lilly no termina hasta no estar segura de verse míticamente perfecta antes de salir de casa. Sonríe y sale de su habitación.

 

* "En la mitología etrusca (una civilización que habitó parte de italia antes del advenimiento del imperio romano) existe la diosa Nox, la diosa de la noche, quien domina la oscuridad que cae en la tierra y todo lo que está en ella. Es la hermana de Umbria (diosa de las sombras, de lo escondido y los secretos, quien es el aspecto oscuro de La Diosa, la luna menguante, y quien gobierna el inframundo junto con Dis). La diosa Nox puede ser una amistosa madre, y es la diosa de la ilusión, pero también tiene su lado siniestro, y de esta forma es la diosa de todo lo maligno, madre de la discordia, el destino, la muerte, el sueño y la justicia.

La cultura romana es una mezcla de las culturas etrusca y griega, y en su mitología esta diosa pasó como Nox, la diosa de la noche, y como uno de los siete elementos (noche, fuego, agua, tierra, cielo, luna y sol)” [Ekiria]

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